lunes, 19 de enero de 2015

Claro que son bonitas, cómo duelen, cuando te las hacen, cómo escuecen, cuando las acaricia con la yema de los dedos, cuando te sientas, pero sé que son bonitas porque sonrío satisfecha cuando esto sucede, y cuando paso por delante del espejo, me vuelvo a mirarlas y entonces sí que sonrío de verdad, uuuuf, son muy bonitas las marcas que deja esto de ser sumisa.

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